domingo, 14 de marzo de 2010

Mexicanidades (El Financiero 2001)

¿Cómo reconocer un compatriota viajando por el mundo? El indicador más usado consiste en determinar en medio de un tumulto a la persona que trae la bandera tricolor, un sombrero gigante y que avanza gritando ¡viva México cabrones! Otra manera sencilla es identificar al que trae zapatos blancos sin calcetines o la señora que se untó tres kilos de manteca vegetal en la cara con el fin de subir a la torre Eiffel. Sin embargo, este método presenta serias deficiencias ya que no permite suponer más que la forma más superficial de nuestra herencia. Es por ello que me he propuesto construir un índice de mexicanidad que permita analizar de manera científica el nivel de identificación patrio de todos aquellos que tuvimos la suerte de nacer en estas bellas tierras. Asumo, sin ninguna modestia, que esta es una valiosa aportación a un territorio en el que las únicas explicaciones sobre nuestro comportamiento se basan en la idea de que sufrimos un trauma irreversible cuando los españoles llegaron a quemarnos los pies. Para ello le pido, querido lector, que conteste el siguiente cuestionario diseñado ex profeso para que se conozca mejor. Si el asunto pega, procederé a publicar un manual de autoayuda que usted encontrará en todas las librerías de prestigio y puestos de periódicos.
1.- Usted ha tenido una sensación de derrota e impotencia cuando se enteró que:
a) Hernán Cortés tomó preso a Cuauhtemoc y le achicharró los pies para que dijera dónde estaba la lana.
b) El cura Hidalgo fue apresado en Acatita de Baján (¿qué carajos será eso?), lo confesaron, fusilaron y decapitaron.
c) Nuestra gloriosa selección nacional fue derrotada por el poderoso equipo de Honduras en el Azteca.
2.- La luz del semáforo está en verde, usted advierte que seguir adelante provocará que los autos que circulan por la otra calle no puedan avanzar cuando corresponde, entonces decide:
a) Frenar de inmediato, sonreír cortésmente al vecino y esperar con paciencia.
b) Mandar una carta a las autoridades en donde, con toda civilidad, reflexiona acerca de la necesidad de que los semáforos de la ciudad se sincronicen adecuadamente.
c) Echar la lámina para adelante, bloquear el camino y observar al vacío mientras le mientan la madre.
3.- Ha ganado un viaje a Australia en el que, junto con otras cuarenta personas se dispone a conocer las llanuras. En un paisaje magnífico y rodeado de canguros usted decide:
a) Comentar con sus compañeros de viaje lo imborrable que le resulta la experiencia que está viviendo.
b) Caminar en silencio mientras reflexiona en lo maravillosa que es la naturaleza.
c) Darle de comer a un canguro un pedazo de quesadilla, chiflarle al animal para ver si se espanta y en el momento cumbre entonar la canción mixteca mientras grita: ¡jay-ja-jay¡.
4.- Frente a usted hay una pared completamente encalada, recibe de pronto un litro de pintura y una brocha del dos, en ese momento:
a) Decide donar tales implementos al museo nacional de arte, donde seguramente recibirán un mejor uso.
b) Se aleja del lugar y al llegar a su casa le ofrece a su vecino ayuda para pinta su casa (la del vecino).
c) Entra en una especie de episodio histérico y se pone a llenar la pared con leyendas tales como: “aquí estuvo el Pitirijas”, “Claudia te amo” o “putos lo de la San Joaquín”.
5.- Enfrente de usted hay doce botellas de vino descorchadas y listas para servirse, entonces:
a) Inaugura un club de cata de vino e invita a amigos y familiares para realizar la primera prueba.
b) Tira el contenido de las botellas por la coladera ya que considera que el alcohol es perjudicial para la salud.
c) Invita a tres cuates y empieza a tomar, a la segunda botella dice cosas como: “es que te quiero un chingo”, en la cuarta botella balancea la cabeza como elefante anestesiado y en la sexta decide hablarle (son las tres de la mañana) a la novia de la juventud para decirle lo mucho que la ama. Luego orina en el camellón.
Bien, si usted ha contestado la opción “C” en las cinco ocasiones, no cabe duda de que es más mexicano que el pulque y un digno exponente de nuestra nacionalidad, por lo que le sugiero enviar una carta al Secretario Castañeda para que le dé un hueso en algún consulado y nos pueda representar con la dignidad que merecemos.