martes, 28 de diciembre de 2010

Mujeres (El Financiero 1993)

Escribir sobre mujeres siempre tiene riesgos. Uno puede ser catalogado como misógino, macho o simplemente hijo de la tiznada. Estos son tiempos en los que la mujer (me apresuro a decir que con justicia) ha conquistado espacios irrenunciables. Ya el marido no puede llegar con los amigotes a las tres de la mañana a pedirle a su cónyuge que le caliente unos ejotes con huevo, so riesgo de que le sugieran el lugar adecuado para introducirse los ejotes, los huevos y a sus amigos. Uno no deja de sorprenderse ante las inmensas variantes que ofrece la naturaleza femenina. En esta colaboración quisiera caracterizar (asumiendo todos los riesgos) algunas de estas variantes. El conocimiento de todas y cada una de ellas ha sido producto de experiencias personales que me parece interesante compartir con usted. ¿Vale?

La desinhibida. La llamaremos X. Probablemente la experiencia más conmocionante que viví con ella fue un día que nos presentamos a una fiesta en la que ni siquiera éramos invitados. La puerta la abrió la esposa del anfitrión, una señora que tenía barba. En el momento que yo me fajaba la camisa para entrar, X se acercó a la señora barbona que un poco mosqueada dio un paso atrás. X se adelantó y dijo las palabras inolvidables "¡Hija, esos pelos se te ven fatal!". Me desmayé.

La mística. Con ella, la cosa fue clara desde el principio; ¿quieres venir a sentir energía astral?, me parece preguntó un día, explicándome que se treparían al Tepozteco, se encuerarían a las tres de la mañana e invocarían a alguien que no me acuerdo si era Changó o Tezcatlipoca. Como dije que nones, estuvimos un tiempo sin hablarnos hasta que la encontré en una fiesta que daba en su casa. Allí sucedió el incidente del ojo; me empezó a explicar que todos teníamos un ojo a la altura de la barriga y que con un poco de concentración se podía "manifestar" (así dijo). Yo creo que estaba borracho porque me quité la camisa y le dejé que me empezara a pintar la panza con un plumón Wereaver mientras hacía ruiditos muy raros. En esas estábamos cuando llegó su mamá que, al ver la escena, empezó a gritar de forma horrible mientras me daba sopapos con la mano abierta. Nunca volví.

La buenaonda. Cuando conocí a la buenaonda me impresionó mucho cómo hablaba; arrastraba las palabras como si hubiera inhalado ácido sulfúrico. Con ella fui a Zipolite donde todo mundo andaba desnudo en la playa. Recuerdo que íbamos como nueve gentes que nos acomodamos en una casa de campaña en la que cabían cuatro. La primera mañana el contacto del sol con el toldo generó un fenómeno atmosférico en el interior de la tienda que determinó que la temperatura subiera 30 grados, por alguna razón esto a su vez produjo un olor que se masticaba. A la hora de encuerarse me dio tanta pena que me negué. "Estás muy limitado, maestro", me dijo la buenaonda. "Limitada tu madre" me acuerdo que pensé y menos quise. Me convertí en el pitorreo del viaje, que por cierto duró dos semanas.

La oligarca. La oligarca era la mujer más pesada que he conocido jamás. Se creía Carolina de Mónaco. Decía que ir al cine en la tarde era cosa de sirvientas y no se bajaba del coche hasta que yo le abriera la puerta. La primera vez recorrí una cuadra antes de darme cuenta. Sólo tomaba wisqui y comía camarones. Yo, que era un pusilánime, jamás dije nada y esto me arrastró a escenas terribles. Una vez, fuimos a un restaurante de lujo. El mesero me vio como si oliera un pedo y me preguntó por lo que iba a tomar. Pedí una jarrita de vino. Me llevaron una jarri tita de vino, como no sabía si era la prueba o la jarra me quedé como un imbécil mientras el mesero suspiraba. Luego me preguntó cómo quería el pescado y yo contesté "bien cocido".

La oligarca casi escupió su wisqui. La escena culminó cuando el infeliz mesero me preguntó (creo que por joder) que cómo quería la mantequilla. Le contesté de muy mal modo. La oligarca me dijo que si me iba a comportar como camionero ella se iba. Y se fue para siempre.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Personajes navideños (El Financiero 1995)

Así como mayo tiene al general Zaragoza con sus anteojitos de Lennon y su peinado de maestra de piano, diciembre se inunda de personajes y tradiciones que --me parece-- no resisten un análisis serio. Veamos:

Santa Claus. El primer Santa Claus que conocí llegó a casa para orinar. Venía completamente beodo lo mismo que mi padre que lo había levantado en la Alameda. Recuerdo el asombro que me causó el hecho de que Santa usara el baño.

Durante mi niñez, Santa Claus era una fuente de paradojas interminables. ¿ Cómo era que un gordazo como él se dedicara a bajar por las chimeneas de las casas en lugar de entrar por una ventana o de plano por la puerta? ¿ Por qué se vestía así? ¿ Estaba loco? ¿ Cómo es que cabían los juguetes de todos los niños del mundo en un saco del mismo tamaño que el del ropavejero? ¿Cuál era el sentido de vivir en el Polo Norte durante todo el año? ¿Por qué sus ayudantes eran enanos? ¿De qué se reía? ¿Cómo es que anunciaba licuadoras en la televisión?

Para un niño positivista, estas interrogantes eran una fuente inescrutable de duda. Cuando me avisaron que en realidad Santa Claus no existía... sentí un gran alivio. Al que me diga que todo eso es fantasía le responderé que fantasía es pensar que el PRI suelte el poder. Nada más.

Los Santos Reyes. Melchor (con enormes virtudes para el albur), Gaspar y Baltazar. Una encuesta relámpago que apliqué entre mis amistades arrojó algunos datos interesantes. Supongo que se puede afirmar sobre mis amistades que son gente muy pendeja. Es cierto... pero no tenía otra muestra.

a) nueve de cada diez entrevistados no tienen ni la más remota idea de lo que es la mirra (uno de los regalos de los Reyes). La respuesta más desconcertante la ofreció un encuestado (cuyo nombre callaré) que sugirió que la mirra era "una tierrita como morada"; b) ocho de cada diez no distinguen a Gaspar de Melchor (de Baltazar saben que es "el negro del elefante"); c) ninguno de los entrevistados supo cuáles eran los reinos de los reyes ni en qué consistían su dotes de magos; d) el total de la muestra mostró una profunda oscuridad ante el hecho de que los reyes lleguen el 6 de enero y no el 24 de diciembre (el 2 por ciento lo atribuye a la competencia desleal de Santa Claus); e) nueve de cada diez entrevistados no entienden la razón de que se use un calcetín para dejar el regalo; f) el 84 % de la muestra ha sacado el muñequito en una rosca y se ha hecho el sueco con los tamales del 2 de febrero. Ante la evidencia empírica, no me parece arriesgado suponer que absolutamente nadie está enterado a ciencia cierta del origen de esta tradición.

Las posadas. Una posada que se respete debe tener a 50 pelados gritando afuera de una casa: mi nombre es Mariiía... El rito se acompaña con una vela que siempre se apaga y una letanía en la que se revisa la pulcritud del canto. La historia es simple pero nadie repara en ella: una pareja que la pasa muy mal pide posada, el posadero los confunde con rateros, la pareja habla del divino verbo, el posadero se enoja, la pareja se identifica, el posadero (que es probablemente un hombre muy pendejo) los reconoce, les abre la puerta y los asila en su hogar.

Así empieza la posada.

Lo que sigue es de todos conocido; se rompen piñatas en las que por algún misterio gastronómico se introducen cosas que nadie comería en su santo juicio como cañas, limas y tejocotes. Luego se presenta una pastorela en la que Luzbel sale derrotado y al final se toma ponche con piquete y se comen buñuelos. Generalmente la reunión termina cuando algún borracho toma el palo de la piñata y le atiza a un contertulio por alguna diferencia interpretativa.

En fin, si estas tradiciones desaparecen (y sería una lástima) no las extrañaré porque las entienda. Estoy seguro.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Las entrevistas (El Financiero 1996)

Por definición, una entrevista implica dos elementos indispensables: un entrevistado y un entrevistador. De este par de personajes es condición asumir que el primero tiene algo interesante que decir y que el segundo es lo suficientemente listo para lograr que ese interés sea evidente. Desgraciadamente tan elemental regla tiene la misma vigencia que la democracia sindical y las más de las veces los resultados son atroces. Esto se debe a diversas condiciones que los protagonistas de una entrevista mantienen y que me interesa discutir a continuación:
Condición 1: Cuando el que entrevista es íntimo del entrevistado. Pregunta (hombre barbón de saco de pana): "Tú y yo discutimos los detalles de la visión literaria contemporánea ¿te acuerdas?". Respuesta (otro hombre barbón de saco de pana): "Hombre, como no, estábamos en la gran plaza de Bruselas y nevaba. Recuerdo que habíamos perdido los boletos de avión y en ese momento nos dirigíamos a escuchar al gran Salvetrge, el notable filósofo". Huelga decir que una entrevista así es de hueva y que el mejor medio para transmitir este tipo de intimidades es justamente una sesión íntima de transparencias donde se vea la gran plaza, al gran Salvetrge y la jaula de los changos del zoológico de Bruselas.

Condición 2. Cuando el entrevistador hace preguntas babosas. Pregunta (estudiante de periodismo con catorce neuronas pero que está muy buena): ¿Es difícil escribir?

Respuesta (Gloria Nacional que se quiere tirar a la estudiante de periodismo): "Escribir es una comunión con los sentidos". Dios mío.

Condición 3. Cuando el entrevistado contesta idioteces. Pregunta: "¿La fama no ha alterado su vida?". Respuesta: Insertar aquí una foto de Thalía con la boca abierta, un ramo de fruta en la cabeza y bailando el Tico-Tico.

Condición 4. Cuando el entrevistador pregunta babosadas y el entrevistado responde idioteces. En este caso agregar a la condición anterior una foto de Raúl Velasco muerto de risa mientras lo corretea la India María. Aunque también cabe la de Pati Chapoy, o la de Shanik quien sabe qué.

Condición 5. Cuando lo que pregunta el entrevistador y lo que contesta el entrevistado no le interesa ni a Dios padre. Pregunta (conductor de programa de televisión de horario matutino): ¿Y cómo se practica la maxiloplastía dental? Respuesta (médico viejito con una calavera en la mano): Mire usted, es muy sencillo: primero hacemos una incisión en la encía procurando que la infección se canalice" (aquí aparece en pantalla una boca abierta de la que sale sangre y un líquido café).

Condición 6. Cuando el entrevistado es político. Pregunta (joven ganoso con cámara y libretita): "¿Quiere usted ser gobernador?". Respuesta (señor gordo, de patillas de taquero y traje a la medida): "Evidentemente el honor de gobernar (aquí entran los guerrerenses, los veracruzanos, etcétera), entraña grandes responsabilidades y representaría una enorme distinción para cualquiera. Sin embargo, no es momento de aventurerismos ni campañas protagónicas, sino de trabajar por México".

Condición 7. Cuando el entrevistador tiene hueva. Pregunta (hombre de lentes, crudo que quiere salir del paso). "Platíquenos de usted". Lo que sigue puede ser peor que la carga de caballería ligera y será más grave en función del grado de badulaquencia del entrevistado que nos puede contar desde su rutina diaria para sentarse a escribir, hasta que de niño fue violado por una banda de neonazis.

En fin, entrevistas seguirá habiendo. Los entrevistadores continuarán afanados por hacer preguntas brillantes y los entrevistados con la enorme obsesión de parecer más inteligentes que la mamá de los pollitos. Es por ello que sugiero que se estandaricen los cuestionarios y la primera pregunta sea invariablemente: "¿Quién se comió la caca del caba...?".

martes, 14 de diciembre de 2010

Pastorela 2010 (pa los hijos y sus primos)

PAULINA (11) Angel Gabriel
ISABEL (10) Angel 1
PACO (8) Angel 2
MARIANA (9) Rey Mago: Baltazar
BETO (6) Rey Mago: Gaspar
SOFÍA (13) Rey Mago: Melchor
SANTIAGO (15) Diablo 1
FEDRO (14) Diablo 2
GUILLO (15) Satanás
CONSTANZA (5) Virgen María
FERNANDO (6) San José
TOÑO (19) Burro
MALENA (4) Elefante
REGINA (22) Camello
SERGIO (12) Caballo
ANDREA (15) Santa Clós
MARIA (16) Narradora 1
AURORA (18) Narradora 2

Salen Narradora 1 y Narradora 2 al escenario son dos señoras de sociedad que hablan con tono Yuppie
Narradora 1.- Ashhh no vuelvo a ir de Shopping a esos tugurios, puro menesteroso y luego esos santacloses de pacotilla.
Narradora 2.- Ay amigui, tienes toooda la razón, estas fechas son deprimentes que si los pastorcitos que si arrullar al niño, que si la pastorela.
Narradora 1.- Sí es una lata disfrazar a los niños, hacer que se aprendan los diálogos y luego el idiota del escritor que inventa personajes que ni vienen al caso ¿Ya te llegó la Pastorela?
Narradora 2.- Ya amigui y está cada vez peor, ahora hasta un Santa Clós aparece (se oye atrás “jo jo jo jo”)
Narradora 1.- Dios mío, te digo que cada año está peor y luego esas mamarrachadas de los reyes magos, tan bonito que sería un thanksgiving con pavo y así… ¿De qué trata este año?
Narradora 2.- Pues para variar amigui van María José y un burro que habla, ella ya muy fregada porque no fueron al psicoprofiláctico ¿lo puedes creer?
Narradora 1.- Es que en esa época no había Dr House, que mangazo ¿y luego?
Narradora 2.- Mientras ellos van caminando unos demonios medio venidos a menos planean detenerlos y entonces…(van saliendo y entran los Diablos)
Satanás.- A ver mis canchanchanes, ya estuvo bueno de vaciladas, este tiene que ser nuestro año, ya parecemos el Cruz Azul, nomás no damos una. Estoy literalmente harto de que siempre triunfe el bien ¿Hicieron lo que les pedí?
Diablo 1.- Al pie de la letra señor… Primero le dimos al burro unos tacos de canasta bien pegadores y parece que ya están haciendo efecto. Sé que es un arma no convencional pero muy efectiva.
Satanás.- Muaj Muaj Muaj Muaj (creo que debo ensayar mejor mi risa de Villano) ¿qué más inútil? ¿Por qué estás tan flaco?
Diablo 2.- Es que estoy usando mis tenis step gym su Majestad, 4 tallas nomás de estar en la cola de las tortillas.
Satanás.- ¡Basta imbécil! Dime si lograste atajar a los Reyes Magos
Diablo 2.- Hablamos con Greenpeace y le pedimos que intervengan porque los animales de los reyes magos no reciben un trato humanitario, los traen desde quién sabe dónde, los meten a los segundos pisos, los estacionan con franeleros.
Satanás.- ¿Y qué pasó?
Diablo 2.- Pues están listos para actuar, ya iniciaron una campaña con La Gaviota como Vocera y si las cosas funcionan los animales serán decomisados.
Satanás.- Muaj Muaj Muaj
Diablo 1.- Sí es necesario que revise su risa de villano señor, parece que le está dando una embolia.
Satanás.- Sí creo que tienes razón, es que se la copié a Elba Esther, ahora bien ¿qué hay de Gabrielito y sus chalanes?
Diablo 1.- Les vamos a aplicar el equivalente de la Cruz Nipona, resulta que infiltramos a un colega ¿Se acuerda del Cachacuas? Le pusimos alitas así todo mono, lo bañamos y lo mandamos al cielo a pedir chamba. Como las cosas están muy duras lo reclutaron de inmediato y nos pasará información de los planes de nuestros enemigos.
Satanás.- Genial. ¿algo así como wikileaks?
Diablo 1.- Ándele más o menos
Satanás.- Pues parece que ahora sí se nos hizo ya no quiero sentirme como López Obrador en elecciones así que ¡a trabajar zánganos!
Salen y entran las narradoras
Narradora 1.- Ashhh pero que malvados y así amigui
Narradora 2.- Si. Me recuerdan un capítulo de la Rosa de Guadalupe y los pobres de José y la Virgen sin blackberry ni iphone para avisarles.
Narradora 1.- Ashhh sí y parece que el burro está que se descoce y huele que alimenta ¿pero qué sigue?
Narradora 2.- En este momento José, María y el burro caminan por Tulyehualco imaginate amigui ¡Tulyehualco! Se les va a pegar algo y entonces empiezan las contracciones…expirar, inspirar y como no tienen hospital en Houston van a dar a una clínica de esas del Seguro Popular.
Salen
Entran José María y el burro
María.- Ay José, esto de dar a luz cada año empieza a pesarme mucho, siento que el niño está por nacer y el burro en ese estado.
José.- Lo sé mujer, lo sé, aparentemente los tacos de canasta no le cayeron nada bien, parece que ya la NASA lo está monitoreando.
Burro.- Ayyy mis hijos, digo mis burros¡ me muero¡ siento que me volteo como calcetín usado ¿qué me dieron esos miserables?
José.- Ay burro te advertí que no probaras los tacos de canasta, ese chicharrón prensado estaba muy sospechoso pero eres terco como una mula.
Burro.- Esteee prefiero como un burro pero tienes razón me siento tan lúcido como el burro de Shrek, necesitamos una farmacia urgentemente pero no la del gordo peloncito porque ahí nos van a acabar de matar.
María.- Sí el Dr. Simi no, de caridad, la última vez me dio unos intercambiables genéricos y me salió bigote.
José.- Es verdad continuemos, al fondo se ve una luz ¿Dónde estarán los reyes magos? ¿Dónde Gabriel? Me siento tan abandonado como un rockero en un concierto de la arrolladora banda limón…vamos.
Entra Santa Clós
Santa Clós.- Jo j ojo jo ¿cómo se han portado chiquitines?
Burro.- ¿Quién es este gordo?
Santa Clós.- ¿Cómo que quién soy jo jo jo? El mismísimo Papá Noel, San Nicolás, Santa amiguitos.
José.- ¿Por qué está vestido como esquimal en estado de ebriedad?
Santa Clós.- Jo Jo Jo, que buen humor niños míos, les he traído juguetes ¿cómo se portaron? Diosss ¿qué es ése olor?
María.- Oiga señor Clos ¿de casualidad no trae oxitocina?
Santa Clós.- Jo Jo Jo, de veras que buen humor te traigo un horno mágico y a ti amiguito un Xbox
Burro.- Ya lo perdimos
Santa Clós.- Jo Jo Jo un burro que habla…notable ¿cómo estás amiguito?
Burro.- ¿Amiguito? No sea payaso señor Encinas
Santa Clós.- Jo jo jo jo. ¿Encinas? Que hilarante, me debo ir pero ha sido un placer conocerlos, mis renos me esperan para volar por todo el mundo y entrar por las chimeneas (sale)
Burro.- Lo perdimos, ¿por la chimenea un gordazo así?
Salen y entran las narradoras
Narradora 1.- No te imaginas amigui…la ofrecida esa se operó las bubis y quedó como rotoplas (se interrumpe al ver al público)
Narradora 1.- ¿Quién es esta gente amigui?
Narradora 2.- Es el público de la Pastorela mani.
Narradora 1.- Ashhh se ven así como…raritos ¿no? Como de otra Colonia amigui
Narradora 2.- Te están oyendo no seas imprudente, mejor te sigo contando. Resulta que Los tres Reyes Magos enfrentan una manifestación de los hippies estos los de Greenhouse y así…
Narradora 1.- Ashhh ¿los que defienden a las ballenas y se visten como mamarrachos?
Narradora 2.- Esos…mira
Salen y entran los 3 reyes magos junto son sus animales vienen corriendo y atrás el resto de los actores les gritan: “ecocidas” “criminales” “salven a la Gaviotas”
Melchor.- ¡Vándalos! ¡tunantes! No es posible, cada que venimos a esta ciudad pasa algo, ¿pues no que nació en Belén?
Elefante.- Me duele mi trompita
Gaspar.- Todo es tu culpa Baltazar, las estrellas eran más confiables que tu blackberry con GPS, solo Dios sabe dónde andamos y luego esa turba de locos
Baltazar.- Que iba yo a saber de la mugre que es Telcel, y luego en el OXXO solo admiten las tarjetas amigo. Además esa bola de locos corretándonos y la señora esa La Gaviota con esos modos.
Caballo.- Odio esta ciudad, si me vuelven a hacer pasar delante de una taquería me va a dar algo…un equino como yo convertido en suadero…no señor.
Camello.- Y a mí además de las reumas que traigo me querían audicionar para un anuncio de Camel, no saben que tengo contrato de exclusividad. Además los que estos señores de Greenpeace querían era meternos en un circo y eso sí que no.
Melchor.- Esto es simplemente un desastre, niños gordos que se quieren tomar fotos, inspectores de la Delegación pidiendo mordida y estos locos ahora. Tenemos que hacer algo
Elefante.- Me duele mi trompita
Caballo.-Por lo pronto creo que debemos salir de esta zona ¿se acuerdan que el año pasado se me trepó un enanito?
Camello.- No era un enanito se llama Jockey y no lo hiciste nada mal, quedaste cuarto…pero tienes razón, hay que salir aunque veo un poco pasmados a nuestros amos.
Gaspar.- ¿Y cómo no estarlo? Lo que pensamos que era la Estrella de Oriente fue un flamazo en el Centro de la CFE ¿qué hacemos Baltazar?
Baltazar.- Por lo pronto apurarnos porque el betún este me produce una erupción que ya no aguanto ¿Qué en esta familia no hay negros de verdad?
Elefante.- (a punto de hablar)
Todos.- Ya sabemos, te duele tu trompita
Elefante.- No es eso, es que ahí viene María Elena Hoyos
Todos.- ¡corran!
Salen y entran las narradoras
Narradora 1.- Saluda forzadamente al público…Oye amigui como que la pastorela está muy rara no crees, no entiendo nada…claramente esta gente no sabe lo que hace.
Narradora 2.- Pues sí pero qué esperabas, si se ve que el escritor cocina con manteca y se la unta en la cabeza. Mejor sigamos que nos cierran el Palacio y necesitamos llegar al last minute shopping…Resulta que Gabriel no lo sabe pero tiene un infiltrado que se llama Cachacuas.
Narradora 1.- Jesús…que nombrecito ¿y lo está boicoteando?
Narradora 2.- No sé que significa esa palabra pero parece que pasa información…mira.
Salen y entra Gabriel con Angel 1 y Angel 2 que si bien va disfrazado de Angel tiene una cola de diablo que le sale por atrás.
Gabriel.- Esto está muy raro…parecería que Satanás se anticipa a todos nuestros movimientos y no sé cómo le hace. ¿Alguna idea?
Angel 1.- Es probable que tengan al CISEN metido en esto, pero nuestras fuentes dicen que son una nube de incompetentes ¿Tú que opinas?
Angel 2.- Agarrándose la cola como llavero…No sé, estoy muy desconcertado porque parece espionaje de alto nivel, se nota que contrataron gente muy inteligente y preparada.
Gabriel.- Si lo contrató Satanás debe ser un poquito idiota pero el hecho es que nos están fulminando y no podemos romper nuestra racha invicta. Tengo una idea...podemos fingir un plan falso para que ellos crean que es verdadero y sorprenderlos.
Angel 2.- ¿Ehhh?
Angel 1.- Es una gran idea digamos por ejemplo que vamos al punto 1 y en realidad vamos al 2 pero siempre diciendo que vamos al 1, aunque en realidad lleguemos al 2
Angel 2.- ¿Ehhh?
Gabriel, es una idea digna de ti Angelito, vamos…
Salen Gabriel y Angel 1 y se queda Angel 2 que saca un celular.
Angel 2.- ¿Con Satanás? Si señorita por cobrar de favor…¿Satanás? Tenemos un lío parece que se están oliendo algo y entonces planearon ir al punto 1 pero luego dijeron que al 2 y por alguna razón algo dijeron del punto 3, el caso es que no entendí nada.
Voz de Satanás.- ¡Cachacuas! Eres un verdadero imbécil, síguelos.
Angel 2.- ¿Pero a dónde? ¿Al Punto 1 al 2 o al 3?
Sale y entran las narradoras…
Narradora 1.- Oye amigui ese Cachacuas se ve medio lento ¿no?
Narradora 2.- Sí, creo que se pegó en la cabeza…el caso es que las cosas se están poniendo buenas nomás les falta lo música como en Glee y así. José, María y el Burro están a punto de sufrir un problema como Rubí ¿te acuerdas?
Narradora 1.- Nooo, pobre gente.
Salen y entran José, María y el burro
Burro.- siento que agonizo
José.- Y nosotros también, ese olor me está dejando sin neuronas
María.- José entre el burro y la labor de parto siento que no llego…
José.- Mira mujer ahí vienen unos Samaritanos, por favor no canten la de la posada que luego nos echan a los perros.
Entran Satanás Diablo 1 y Diablo 2
Satanás. Mon dieu¡¡¡ ¿Qué es ese olor? Me recuerda las galeras del infierno
Diablo 1.- Huele como a huauzontles
Diablo 2.- Más bien como a Estación Pino Suárez a las una de la tarde
José.- ¡Satanás! Sabía que estabas detrás de todo esto miserable.
Satanás.- Muaj muaj, muaj muaj (todos atrás) “debe mejorar su risa de Villano” por fin José estás en mis manos y nada podrás hacer. Es mi momento conquistaré al mundo
Todos se miran entre sí
Satanás.- Ah no. Ése es otro guión, pero finalmente están en mi poder, aunque al burro lo regalaré como biodigestor. Ese niño nunca nacerá.
Entran Elefante, caballo, camello Melchor Gaspar Baltazar, Gabriel y Ángel 1 y rodean a los malos
Gabriel.- ¿pensaste que nos engañarías verdad? Pues ya ves te equivocas, eso te pasa por rodearte de incompetentes, que son más inútiles que el Gabinetazo. Estamos listos para destruirte…
Satanás.- ¿Pero por qué ponerse en ese plan Gabrielón? Si estamos chupando tranquilos.
Todos los rodean un poco más
Satanás.- Está visto que esto no es negocio, creo que mejor me voy de asesor presidencial, ya estoy viejo para seguir aguantando esta vida.
Diablo 1.- De veras que así no se puede, creo que colgaré el rabo
Diablo 2.- Alguien por favor que haga algo con el burro, de veras es un arma nuclear.
Gabriel.- Tienen exactamente 30 segundos para regresar al infierno y no lo olviden. El mal nunca prevalecerá.
Satanás.- (lo imita) ayyy siiii el mal nunca prevalecerá…nos vemos el año que viene móndrigos.
Salen y entra el Diablo 2 que pasa por el escenario
Diablo 2.- ¿Alguien ha visto el sitio 3? (sale y entra Santa Clós)
Santa Clós.- Jo jo jo jo, que chistosos son todos me encanta esto de las Pastorelas Jo jo jo jo y el burro que huele a Quesadillas de pápaloquelite Jo Jo Jo Jo… Feliz Navidad amiguitos.
Narradora 1.- Ay amigui que emoción con lo que me gustan estos finales
Narradora 2.- Toooda la razón. Siento que ni Marimar terminó tan bien, mira ya va a nacer el niño…
Todos rodean a María que porta un bebé
Narradora 1.- Termina otro año, y lo festejamos como siempre en familia, unidos y cumpliendo una tradición que representa por muchos motivos un lazo que nos une a las personas que amamos.
Narradora 2.- Hace más de veinte años inició esta Pastorela que año con año nos reúne y nos brinda un momento de unión y convivencia. Esa convivencia tan necesaria en estos tiempos difíciles.
Narradora 1.- A nombre de toda la familia Garza Ramos les agradecemos su presencia y su cariño.
Narradora 2.- Y los esperamos el año que viene listos para festejar con todos los nuestros
Todos.- Feliz Navidad
Elefante.- Sí, me duele mi trompita.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Acerca de los impuestos (El Financiero 1996)

Recientemente los capitalinos amanecimos con la noticia de que al director de un prominente periódico de este país (ese en el que vienen los teléfonos para pedir masajes tailandeses) lo iban a meter al bote. Efectivamente, el señor Ealy salió de su casa, se subió a su Mercedes y se presentó a las puertas de la Procuraduría para rendir su declaración. De todo esto me enteré gracias a los buenos oficios del señor Gutiérrez Vivo (¿o será "Fifó" dada la manera en que pronuncia la v?). Por la tarde don Francisco salió sonriente por la misma puerta que lo llevó al tambo al pagar una fianza de catorce millones de pesos --entonces entendí que si yo tuviera esa cantidad también me reiría de la señora madre del que inventó los impuestos--.

¿Qué posición mantener ante el asunto? En principio debo decir que mis simpatías no están precisamente en el sector hacendario; que el aumento del IVA me causó la misma sensación que cuando mataron a la mamá de Bambi; que los impuestos los pago un poquito a huevo y que tengo una incapacidad congénita para entender una forma fiscal. Sin embargo, también creo que los impuestos son como un calambre en un testículo o un chaparrón en la sección de sol del Estadio Azteca; cosas desagradables para las que no hay remedio y que, en algunos casos, sirven para algo útil. Cada que le hablo al contador no lo hago estimulado por un compromiso nacional o pensando en la bocota de la patria que salía en los libros de texto, sino en la terrenal idea de que es el tambo el que me espera. Por ello creo que si alguien se hace buey (y mucha gente se hace buey), pues no queda más remedio que cobrarle; sobre todo si es un oligarca.

Queda luego el asunto de la selectividad en el cobro; se argumenta que Ealy es algo así como un mártir de la libertad de prensa. Ante ello tengo una posición esquizofrénica: efectivamente creo que el gobierno no le cae a sus cuates y le pega a quienes no lo son. Sin embargo, también creo que si Ealy cambió de línea editorial ya podría haberlo hecho antes; que si alguien modifica de golpe su visión podemos ser mal pensados y asumir que lo hizo porque sentía que venía el agua y que finalmente el asunto no es para tanto y ya que lo único que tiene que hacer el director de El Universal es caerse con la lana que no ha pagado y mantener su línea independiente.

Pero más allá de este proceso de Grand Guignol queda el asunto de que los mexicanos no pagamos impuestos y ante ese problema me permito sugerir algunas soluciones muy elementales:

1.-- Se le darán estímulos fiscales a toda aquella persona que remita la filiación de priistas honestos a la Subsecretaría de Ingresos. Los requisitos podrían ser muy elementales, por ejemplo una licencia en la que venga el nombre y la dirección correctas o de perdida los testimonios de catorce mil personas que metan las manos al fuego por el susodicho.

2.-- El último día que sufrí pálpitos cardiacos inició con la revisión de la forma anual para declarar impuestos. En primer lugar decidí que no sabía si yo era una persona física (el único referente que tengo es el de que soy un gordo que se agita cuando sube las escaleras), o moral (el único referente es mi desordenada conducta etílica de los años recientes).

Cuando le pedí una explicación a alguien que se las sabe de todas todas, me dio una cátedra que me dejó con la sensación de que era yo un hombre muy pendejo. Ante ese problema sugiero que las formas de Hacienda traigan dos cuadritos: una que diga "acepto pagar" y otro que maneje la opción contraria. Si la opción que se eligió es la primera, se firmará y mandará en un sobre cerrado a las oficinas de Hacienda para que hagan las cuentas. Si la opción fue la segunda, es el momento de buscar un helicóptero para salir del país y refugiarse en Tahití, donde (me imagino) no se ponen tan roñosos.

jueves, 2 de diciembre de 2010

De malas palabras (El Financiero 2001)

Existe un señor, cuyo nombre de pluma es Catón, que publica su columna diariamente en el periódico Reforma. El tema son los chistes, y cuando digo chistes no hablo en sentido figurado, los artículos inician con algo como: "Un día Ovonio fue al doctor...". Lo anterior --que parecería desconcertante-- no es lo que ha llamado mi atención, después de todo cada quien es libre de ganarse la vida como le plazca. En realidad lo notable es que Catón ha tomado la ruta literaria que implica escribir "carbón" por cabrón o "indejo" por pendejo, asunto que me parece una idiotez.

Nada tengo en contra del que evita escribir peladeces en los medios; supongo que eso obedece a un estilo o una visión estética de lo que debe ser y lo que no, pero... ¿carbón? La estrategia es equivalente a la que usan las viejas guangas para llamar pitirrín al pene, o pompis (escribo pompis y siento escalofríos) a las nalgas, y eso, insisto, es una idiotez.

El problema de renunciar al uso de lo que la gente llama malas palabras es que, además de dejar a la mitad de la población más muda que Hellen Keller, tendríamos que prescindir de su enorme poder descriptivo ¿hay mejor adjetivo que pendejo para aquel que diseño los ejes viales?, ¿puede el titular de una pesera ser ajeno a la palabra cabrón?

Recuerdo que Juan Sabines, gobernador de Chiapas hará unos doce años gritó en un discurso algo equivalente a que sus enemigos hicieran el favor de ir a chingar a su madre, que era exactamente lo que pensaba. Por supuesto, fue muy criticado ¿por qué? No por su sinceridad, sino por andar diciendo peladeces. En ese sentido la moral pública nos obliga a convertirnos en seres esquizofrénicos que debemos voltear como tecolotes antes de emitir un adjetivo contundente. Esta ruptura entre lo que se dice y lo que se piensa me parece notabilísima y ha determinado que produzca la siguiente lista de situaciones ejemplares en la que usted, querido lector, encontrará la alternativa adecuada para expresarse libremente. Que la use o no, depende por supuesto de usted.

Escena 1.- Un aguacero de la tiznada, usted va a llevar a su casa a una viejita que no para de hablar. La deja con el deseo de que un rayo la parta en dos. Regresa dando brinquitos al coche y se encuentra con que cerró la puerta con llave y ésta cuelga juguetona en el interior de su auto. Usted se lleva la mano a la frente, se da un sopapo y exclama: ¡pero qué...! (vienen las palabras aceptadas) tonto, baboso, alcornoque, gaznápiro, badulaque, menso. Por supuesto la palabra correcta es pendejo.

Escena 2.- Conoce a un literato de gasné y pipa, que emplea media hora en explicarle por qué la gente en este país no lee libros. La frase con la que concluye es "hay que abatir la ignorancia"; usted sonríe, pero por dentro piensa: qué... talento, soberbia, vanidad, lucidez. La palabra correcta es mamón.

Escena 3.- Circula por avenida Universidad; de pronto, un pesero se le cierra por ganar pasaje a otro pesero, el contacto es violento y deja su coche como charamusca. El chofer se arranca sin esperar ninguna aclaración, saca la mano por la ventanilla y retrae los dedos anular e índice conservando enhiesto el dedo de en medio en un gesto conocidísimo que no sé cómo se llama. Usted baja la ventanilla y grita: ¡Hijo...! de tu mal dormir, desobediente, descarriado. No debe haber ninguna duda de que las palabras que completan la frase son: de la chingada.

Me parece, en suma, que considerar rara a una persona que emplea en su lenguaje palabrotas no tiene ningún punto de comparación con otra que las dice "cuando resulta oportuno". Eso sí que es raro.